Descubre los riesgos invisibles que enfrentan quienes cultivan y trabajan con cannabis a diario.
La legalización del cannabis en muchas partes del mundo ha impulsado una industria en rápido crecimiento que emplea a miles de personas. Sin embargo, mientras celebramos los avances en regulación, es crucial detenernos a considerar un tema poco abordado: las alergias ocupacionales relacionadas con el trabajo con plantas de cannabis.

¿Qué son las alergias ocupacionales al cannabis?
A diferencia del consumo recreativo u ocasional, la exposición que sufren quienes trabajan directamente con cannabis (cultivadores, procesadores, empaquetadores) es intensa y prolongada. Esto significa que sus sistemas inmunológicos están en contacto constante con alérgenos presentes en la planta, lo que puede derivar en sensibilización. Algunos trabajadores han reportado síntomas como:
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Estornudos frecuentes
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Irritación nasal o ocular
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Tos persistente
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Urticaria (ronchas en la piel)
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Asma o dificultad respiratoria
En muchos casos, estos síntomas aparecen después de semanas o meses de trabajo con cannabis, y pueden confundirse con simples resfriados o alergias ambientales.

¿Qué dice la ciencia?
Un comentario científico publicado en Annals of Work Exposures and Health (2020) y una tesis de investigación presentada en la Universidad de Washington (2022) coinciden en que existe un riesgo real de alergia ocupacional al cannabis. Ambos trabajos identificaron que:
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El contacto directo con la planta (hojas, flores, resina) puede provocar reacciones alérgicas.
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La exposición constante a polvos vegetales, esporas de moho y terpenos agrava los síntomas.
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Algunos trabajadores desarrollan anticuerpos IgE específicos contra proteínas del cannabis.
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Estas condiciones no suelen presentarse en consumidores recreativos, lo que destaca la naturaleza ocupacional del problema.
¿Qué medidas se pueden tomar?
Aunque aún faltan estudios más amplios, los expertos recomiendan implementar desde ya buenas prácticas de seguridad en instalaciones de cultivo y procesamiento:
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Uso de mascarillas o respiradores
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Guantes y ropa protectora
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Ventilación adecuada y control de polvos
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Monitoreo médico de trabajadores
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Protocolos de reporte y seguimiento de síntomas
Si trabajas con cannabis y has notado síntomas extraños, no lo ignores. Consulta con un especialista en salud. Y si eres empleador, comienza hoy mismo a proteger a tu equipo.

