¿Por qué la música suena mejor cuando consumes cannabis?

Cannabis y música: la ciencia detrás del viaje sonoro.

Si alguna vez has encendido un porro y puesto tu playlist favorita, probablemente ya lo sabes: la música se siente distinta bajo los efectos del cannabis. Las guitarras vibran más, las voces llegan más profundo y hasta el silencio entre notas parece tener sentido. Pero ¿es solo cosa de percepción o la ciencia tiene algo que decir?

Un equipo de investigadores de la Toronto Metropolitan University se hizo la misma pregunta y publicó en 2025 un estudio titulado Exploring the interaction between cannabis and music (Darakjian, Glassman, Lo & Russo, 2025). Es uno de los trabajos más completos hasta ahora sobre este fenómeno y confirma lo que muchos usuarios vienen diciendo hace décadas: el cannabis puede intensificar la experiencia musical de formas muy variadas.

El experimento: más de 100 personas, una misma conexión

Los investigadores trabajaron con 104 consumidores recreativos de cannabis en Canadá, combinando cuestionarios y entrevistas en profundidad. La gran mayoría tenía una relación activa con la planta y reportó que escuchar música era la actividad número uno al estar volado.

Algunos números claves:

  • 45% dijo que lo que más disfruta hacer después de consumir es escuchar música.

  • 80% prefiere escuchar música bajo los efectos del cannabis.

  • La mayoría elige hacerlo en casa, en un entorno cómodo y familiar.

Más allá de los porcentajes, lo interesante está en cómo describieron esas experiencias.

Lo que pasa en los oídos, la mente y el corazón

La investigación identificó cuatro grandes maneras en que el cannabis transforma nuestra relación con la música:

1. Procesos mentales alterados

La atención cambia. Muchos participantes dijeron que cuando están volados ponen más foco en las letras, descubren significados que antes pasaban desapercibidos y hasta recuerdan momentos de su vida ligados a ciertas canciones.

2. Percepción auditiva distinta

El cannabis parece afinar el oído. Algunos sienten que pueden escuchar instrumentos escondidos en la mezcla, otros hablan de sonidos más nítidos, y no faltan quienes experimentan algo parecido a la sinestesia, viendo colores o formas al ritmo de la música. Claro, también hay casos en que esta sensibilidad se vuelve abrumadora y prefieren apagar el sonido.

3. Emociones a flor de piel

Aquí la cosa se pone intensa. Varios participantes dijeron llorar con canciones que jamás les habían tocado de esa manera o sentir euforia con ritmos que los hacen bailar sin parar. La planta funciona como un amplificador emocional, potenciando tanto lo alegre como lo melancólico.

4. Cuerpo y disociación

No todo queda en la mente. Muchos afirmaron que sienten la música vibrando en el cuerpo como si estuvieran en un concierto, incluso con el volumen bajo. Otros relataron experiencias de desconexión: la sensación de viajar en el tiempo o de estar más cerca de los artistas.

Entonces, ¿por qué pasa esto?

Los investigadores proponen que el cannabis actúa sobre lo que llaman “absorción en la música”: la capacidad de enfocarnos completamente en la experiencia sonora.

Cuando estamos bajo sus efectos, esta absorción se amplifica. Es como si la planta empujara al usuario a sumergirse más profundo, intensificando la atención a los detalles, la conexión emocional y la respuesta física.

En palabras simples: el cannabis no solo hace que la música suene diferente, sino que cambia la forma en que la vivimos.

Más allá del placer: posibles aplicaciones

Aunque este tema suena muy ligado al ocio, el estudio también abre puertas para pensar en:

  • Terapias musicales: combinar cannabis y música podría ayudar en contextos de regulación emocional o reducción de ansiedad.

  • Políticas de consumo responsable: entender que la música es el principal escenario de uso puede orientar el enfoque de campañas.

  • Exploración cultural: investigar cómo distintas comunidades usan música y cannabis para rituales, arte o conexión social.

Créditos de la investigación

El artículo “Exploring the interaction between cannabis and music” fue realizado por Lena Darakjian, Harley Glassman, Chi Yhun Lo y Frank A. Russo, del Departamento de Psicología de la Toronto Metropolitan University, y publicado en la revista Annals of the New York Academy of Sciences en 2025 (DOI: 10.1111/nyas.70010).

Este estudio confirma lo que muchos ya intuíamos desde la práctica: cannabis y música son un dúo inseparable. Cada fumada puede ser una invitación a descubrir un nuevo matiz en tu canción favorita.

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